Por Rubén González
El portero titular de la Selección Española, David de Gea, se ha convertido en uno de los protagonistas involuntarios de la primera jornada del Mundial de Fútbol de Rusia. Y no ha sido porque el guardameta toledano encajase tres goles frente a Portugal tras otros tantos disparos a puerta de los lusos, sino por el garrafal error que cometió en el segundo de ellos.
El portero titular de la Selección Española, David de Gea, se ha convertido en uno de los protagonistas involuntarios de la primera jornada del Mundial de Fútbol de Rusia. Y no ha sido porque el guardameta toledano encajase tres goles frente a Portugal tras otros tantos disparos a puerta de los lusos, sino por el garrafal error que cometió en el segundo de ellos.
Corría el minuto 44 del encuentro y el resultado era de empate a uno,
merced a los goles de Cristiano Ronaldo y Diego Costa. Cuando todo parecía indicar que con ese marcador se llegaría al descanso, el 'crack' portugués cogió un balón en la
frontal del área y disparó a puerta sin demasiada convicción, con su pierna
izquierda -teóricamente, la mala-. De Gea se arrodilló para atrapar el balón, que se le escurrió de las
manos para alojarse en el fondo de la red.
El fallo del guardameta del Manchester United ha hecho que algunos empiecen a cuestionarse si es el jugador idóneo para seguir defendiendo la portería española en lo que resta de Mundial. Sobre todo, porque este error se añade al que cometió frente a Suiza en el último amistoso disputado antes del inicio del Mundial, que sembró las dudas sobre el combinado dirigido aún por Lopetegui.
Y la verdad es que no sería la primera vez que un portero del equipo nacional es relegado al banquillo tras una mala actuación. Eso es exactamente lo que le sucedió en el año 2000 a un auténtico porterazo de la talla de José Francisco Molina, durante la Eurocopa de Bélgica y Holanda. Tras una pésima salida por alto que terminó en gol de Noruega y derrota de España, el entonces seleccionador, José Antonio Camacho, no tuvo reparos en sustituirle por Santiago Cañizares durante el resto del torneo continental.⚽ Odriozola, la mejor noticia junto a Iniesta, hizo el 1-0, pero un error de De Gea deja el amistoso entre España y Suiza en tablashttps://t.co/4HPxs5wZen— EL MUNDO Deportes (@ElMundoDeportes) 3 de junio de 2018
También existen antecedentes de que un error de patio de colegio no necesariamente tiene que traducirse en un castigo. Eso es lo que sucedió en 1998 en Francia, cuando un autogol de Zubizarreta frente a Nigeria (podéis verlo en la web de RTVE) no le impidió seguir jugando el resto del Mundial. Concretamente, otros dos partidos, porque España fue eliminada en la fase de grupos. Y también fue en Francia donde, 14 años antes, el mítico Arconada se tragó una inofensiva falta lanzada por Platini, con la diferencia de que aquello era una final de Eurocopa y de que el error supuso perder un título...
Pero si hablamos de cantadas en partidos decisivos, no podemos olvidarnos de otros ejemplos mucho más recientes. Hace apenas un mes, el Real Madrid conquistaba su decimotercera Copa de Europa tras vencer al Liverpool por 3-1. El encuentro que se recordará por el golazo de chilena de Gareth Bale, pero también por los dos regalos que le hizo al equipo blanco el portero Loris Karius. No es de extrañar que el jugador alemán terminase llorando, suplicando perdón a la afición del equipo 'red' y copando las portadas de la prensa deportiva....
Y terminamos este repaso con el también alemán Oliver Kahn, responsable de otra de las cantadas más recordadas de la historia de los Mundiales. Fue en la final del torneo celebrado en Corea del Sur y Japón en 2002, cuando fue incapaz de atajar un sencillo disparo de Rivaldo, lo que permitió a su compañero Ronaldo abrir el camino hacia el quinto título de Brasil. Aunque el error no impidió que Kahn ganase el Balón de Oro que le acreditaba como mejor jugador del torneo, casi es preferible fallar en un partido inaugural, como ha hecho De Gea, que pifiarla en el decisivo...