Como la crisis económica aprieta y Google AdSense decidió suprimir la publicidad que durante unos días había inundado esta ilustre página, he optado por escribir para la competencia, que al menos algo paga, y aprovechar esos artículos para actualizar esta web.
Así pues, hoy toca hablar de un hotel del sur de Tenerife tan cantoso como hortera, en el que el pasado verano nos colamos con Gus y Raquel. Esto fue lo que encontramos en su interior: cochecitos de golf, gente vestida de marroquí y una playa privada. En definitiva, cutrerío y pijerío a partes iguales (pulsa aquí para leer el artículo).
No hay comentarios:
Publicar un comentario